SÍNDROME BRAQUICEFÁLICO
El síndrome braquiocefálico afecta a razas braquiocefálicas de perros (Bulldog Ingles, Bulldog Francés, Boxer, Boston Terrier, Pug, Pekines y el Shih Tzu) y otros perros y gatos de nariz chata, incluyendo perros como el Cocker Spaniel y el Shar-Pei y gatos como el Persa y del Himalaya. Los cambios anatómicos en los cráneos de estos animales distorsionan la nasofaringe. Los tres mayores componentes del síndrome incluyen narices estenóticas, prolongación del paladar blando y eversión de los sáculos laríngeos. La hipoplasia de la laringe y de la tráquea están a veces presentes de forma conjunta.
Al progresar el síndrome, las anormalidades asociadas incluyen el edema laríngeo y faríngeo y el colapso. La fisiopatología del síndrome se basa en un orificio nasal estenósico y la prolongación del paladar blando, causando un incremento de la resistencia del flujo del aire, el cual requiere un esfuerzo inspiratorio mayor. Esto genera un aumento de la presión negativa durante cada ciclo respiratorio, el cual lleva a la eversión de los sáculos laríngeos, edema, engrosamiento de la mucosa laríngea y faríngea y colapso de los procesos cuneiformes y corniculado del cartílago aritenoide.
Puede desarrollarse un edema pulmonar no cardiogénico.
El orígen de estas afectaciones son las modificaciones anatómicas, por lo que el objetivo del tratamiento es restaurar una anatomía que permita recuperar una capacidad ventilatoria compatible con un ejercicio normal.
Este síndrome se manifiesta por dificultad respiratoria, estridor, reducción de la tolerancia al ejercicio o al estrés y, en casos avanzados, cianosis, hipertermia y colapso.
Aun en los animales braquicefálicos "normales" (Bulldog inglés, Pug, Terrier de Boston), la presión de oxígeno exhibe una reducción significativa durante el sueño. Este síndrome es poco frecuente en las razas braquicefálicas felinas. El estrechamiento anatómico de la vía aérea superior determina presión intrarrespiratoria negativa durante la inspiración y colapso dinámico de las vías aéreas.
Los animales con obstrucción de las vías aéreas superiores debido a ventanas nasales estenóticas, paladar blando elongado, eversión de los sáculos laríngeos o todos estos signos deben recibir tratamiento ante los primeros signos de disnea para prevenir la progresión del colapso laríngeo.
La obstrucción de las vías aéreas debido a inflamación y edema puede ocurrir después de la cirugía y conducir a la muerte si no se alivia en la forma adecuada. Puede ser necesaria la colocación de un tubo de traqueostomía para prevenir la asfixia. El carraspeo y la tos son comunes durante los primeros días posteriores a la cirugía.
Signos clínicos
Los signos clínicos incluyen dificultad respiratoria, estridores, respiración por la boca, imposibilidad de respirar, cianosis y colapso, signos que aumentan con el ejercicio, la excitación o altas temperaturas ambientales.
La elongación del paladar blando es una enfermedad quirúrgica que se presenta con mayor frecuencia en estas razas. Los signos incluyen arcadas, emesis, estertores respiratorios y a veces disnea inspiratoria. En ocasiones, en perros de razas braquicefálicas afectadas puede observarse síncope con cianosis o sin ella debido a las anormalidades concomitantes de las estructuras nasofaríngeas como estenosis de los ollares, edema de tubérculos cuneiforme y corniculado, mucosa nasofaríngea hiperplásica y edematosa, eversión de ventrículos laterales y colapso laríngeo de grado variable.
La introducción del borde libre de un paladar blando elongado dentro del orificio laríngeo durante la inspiración interfiere con la función laríngea. Cuando se presenta estenosis de los ollares concomitante, esto contribuye a la gravedad de la obstrucción llevando al paladar blando dentro de la laringe con mayor profundidad. Los movimientos de idas y venidas eventualmente causarán edema inflamatorio y aumento del espesor del paladar blando y de la mucosa que cubre la entrada de la laringe.
La obstrucción al flujo aéreo durante la inspiración, que determina estridor, disnea inspiratoria, pérdida o cambio de la voz, intolerancia al ejercicio o tos, sugiere enfermedad laríngea o faríngea. La combinación de estridor y disnea inspiratoria debería inducir la sospecha de enfermedad laríngea, faríngea o ambas.
Estertor y estridor.
Estos signos de enfermedad respiratoria alta obstructiva son tan frecuentes en los perros braquicefálicos que muchas veces los propietarios no reconocen como anormal la respiración ruidosa.
El estridor es un ruido inspiratorio de tono elevado, producido por la obstrucción del flujo
aéreo laríngeo.
Los perros con paladar blando alargado generalmente tienen ruidos respiratorios de
gorgoteo estertoroso característicos que son consecuencia de la oclusión de la hendidura
glótica por el paladar blando excesivamente largo.
La disnea se observa en numerosos animales con enfermedad respiratoria superior obstructiva.
Disminución de la tolerancia al ejercicio.
Cambio de voz. Puede ser un signo clínico precoz en perros con parálisis laríngea.
Hipertermia.
Los síntomas de parálisis laríngea frecuentemente no son evidentes hasta que el animal se expone a una temperatura ambiente elevada: algunos perros con parálisis laríngea presentan una hiperlermia importante.
Náuseas. A veces se observan náuseas al principio de las enfermedades obstructivas de las vías respiratorias superiores, como la parálisis laríngea y el paladar blando alargado.
Síncope. El desmayo asociado con el ejercicio (ejercicio excesivo), la excitación o
las crisis de tos se presenta en algunos perros con colapso traqueal.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico se basa en la historia, perfil, signos clínicos, examen físico, endoscopia y radiografías de las vías aéreas.
El diagnóstico presuntivo de obstrucción de las vías aéreas provocada por el síndrome braquicefálico (ollares estenóticos, paladar blando elongado, eversión de los sáculos laríngeos, etc.) se hace sobre la base de raza y los signos clínicos.
El diagnóstico definitivo se logra por endoscopia de la faringe, laringe y tráquea.
El examen endoscópico no se realiza hasta después de haber llevado a cabo un completo examen preanestésico.
Se procederá como mínimo a efectuar las siguientes pruebas: hemograma completo, concentración
ureica sanguínea, análisis de orina, electrocardiograma y radiografías de tórax,
El examen endoscópico se puede realizar con el paciente bajo anestesia superficial para permitir la determinación de la función laringea y el grado de obstrucción.
El diagnóstico de paladar blando elongado se realiza mediante el examen visual (el paladar blando se superpone a la epiglotis abierta). La resección temprana del paladar blando mejora el pronóstico.
Diagnóstico diferencial del estridor inspiratorio:
- Obstrucción laringea .
- Parálisis
- Tumor
- Estenosis
- Eversión/colapso laríngeo.
- Obstrucción traqueal .
- Cuerpo extraño
- Estenosis
- Colapso
- Tumor
- Paladar blando elongado
- Agrandamiento amigdalino
- Hipertrofia de la pared faríngea
- Absceso, mucocele, masa faríngea .
- Estenosis caudal de las coanas
TRATAMIENTO
El tratamiento requiere la corrección quirúrgica de los orificios nasales estenóticos, resección del paladar blando prolongado, resección de los sáculos laríngeos evertidos y posibles técnicas de abducción laríngea si está presente la parálisis laríngea.
La traqueotomía permanente puede estar indicada en casos graves.
Todas las razas braquiocefálicas son pacientes de alto riesgo anestésico. Requieren la preoxigenación, una inducción anestésica rápida, una intubación rápida, ventilación asistida intraoperativa y la administración postoperatoria de oxígeno.
La corrección de los orificios nasales estenóticos se suele realizar en el mismo momento en que se va a recortar el paladar blando prolongado y la resección de los sáculos laríngeos. Sin embargo, es una operación relativamente fácil y tiene un mayor beneficio si se realiza de forma temprana.
0 comentarios:
Publicar un comentario