viernes, 21 de marzo de 2014

ECTIMA CONTAGIOSO OVINO

Definición

El Ectima Contagioso es una lesión cutánea causada por un virus DNA epiteliotrópico perteneciente al género de los parapoxvirus. 

Las lesiones más comunes se ubican en la zona bucal y ventanas nasales de animales y en dedos y manos en ser humano.

Enfermedad contagiosa de los animales, especialmente del ganado vacuno, de las cabras; transmisible al hombre.



Transmisión

La transmisión ocurre netamente por contacto directo entre el animal infectado o elementos contaminados y el animal susceptible. A través de soluciones de continuidad o microheridas el virus sobrepasa las barreras defensivas del nuevo huésped instalándose en la capa germinativa de la epidermis. Los lactantes que presentan la enfermedad al lactar transmitirán el virus a la ubre de la madre, la cual podría desarrollar también las lesiones. En el caso del hombre, la enfermedad se desarrolla en personas que tuvieron contacto directo con las lesiones o con material contaminado con el virus, ya sea lana, costras, heridas, hemasculadores, etiquetadoras, entre otros. Los animales que se recuperan presentan una inmunidad de alrededor de 2 años, pero no transmiten esos anticuerpos al calostro, por lo que sus crías son susceptibles y vulnerables a la enfermedad.



Presentación clínica

El virus ingresa y por su especificidad epidermotrópica, se instala en la capa germinativa de la epidermis, ahí se multiplica y disemina. El ser humano generalmente manifiesta, después de un periodo de incubación de 2 a 6 días, una lesión papular solitaria en la piel; sin embargo, en algunos casos se han reportado lesiones múltiples.

Éstas se ubican principalmente en la cara dorsal de las manos y dedos, algunos veces en la palma y ocasionalmente en otras regiones del cuerpo como son cara y cuero cabelludo. La lesión progresa por seis estados clínicos o estado histopatológicos, cada uno de una duración de una semana. El inicio es a través de una etapa máculopapular, estado que comienza como una mácula eritematosa pasando a pápula.

Lesiones con un centro rojo y un anillo de igual color en la periferia son típicos del segundo estado. En la tercera etapa el nódulo de color rojizo se seca. A esta lesión, en la parte superior, le aparecen pequeñas zonas negras, que son signos de la cuarta etapa regenerativa. Ya en la quinta etapa aparecen lesiones papilomatosas.



Cuando todo se seca se inicia la etapa regresiva, siendo la última, con la resolución de la lesión sin dejar cicatriz en la zona afectada. Todo esto ocurre en un periodo de 4 a 6 semanas. En el ganado ovino las lesiones se ubican principalmente en mucosa oral, morro y ventanas nasales. El virus en el huésped se disemina por la epidermis produciendo una respuesta celular, con necrosis y desprendimiento de la escara de la epidermis afectada y del estrato papilar de la dermis subyacente.

La respuesta cutánea a la infección está compuesta por una reacción de hipersensibilidad del tipo retardado y la migración de células inflamatorias como neutrófilos, basófilos y probablemente mastocitos. Las lesiones evolucionan a través de estadios de mácula, pápula, vesícula, pústula, formación de costra y resolución.

Las pústulas se desarrollan en pocos días y su ruptura da lugar a úlceras y, a continuación, una gruesa costra suprayacente que se desprende a las 3 o 4 semanas sin dejar cicatriz.

Consecuencias económicas

Económicamente, esta enfermedad acarrea varios factores que inciden en la merma de la rentabilidad de la empresa. Asociado al bajo desarrollo corporal de corderos –por el gran dolor de las lesiones orales comen menos–, al tratar de lactar infectan la piel de las glándulas mamarias de las madres, las que desarrollan la enfermedad dejando de lado a su progenie, pudiendo desarrollar diferentes grados de mastitis causadas por diversos agentes
Otro factor económico es su carácter zoonótico, que lleva a un ausentismo laboral de alrededor de 4 a 6 semanas, costos que deben ser absorbidos por el empleador trayendo gastos que no se consideran y una pérdida de la rentabilidad de la empresa.



Diagnóstico

El diagnóstico de esta enfermedad generalmente es clínico, pero es necesario la confirmación a través de exámenes de laboratorios. Entre éstos existen diferentes posibilidades, como la microscopía electrónica, test serológicos y técnicas moleculares como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Se descarta el uso de la primera técnica por la demora que tiene y por la escasez de microscopios electrónicos en el medio. La segunda opción presenta algunos errores de lectura y, finalmente, el PCR es una herramienta que satisface las exigencias tanto por rapidez, sensibilidad y especificidad, siendo ésta una opción para apoyar al clínico en el diagnóstico.



Tratamiento

Por ser una enfermedad de curso benigno y que se autolímita, no existe un tratamiento específico en el ser humano, sólo la limpieza de las heridas con antisépticos; el uso de antibióticos queda reservado sólo en casos de que existan infecciones secundarias. Si presenta eritema multiforme, la terapéutica es en base a esteroides locales y antihistamínicos orales. En los animales que presenten la enfermedad no se describe un tratamiento específico; existe la posibilidad de extirpar las costras y aplicar pomadas o soluciones astringentes, pero esto retrasa la curación en la mayoría de los casos. Se recomienda aportar a los animales alimento blando y apetecible. Se ha asegurado que el empleo de combinado de desbridamiento con diatermia y criocirugía es eficaz en las lesiones proliferativas de los corderos más jóvenes.

Pronóstico

El curso de esta enfermedad es benigno y las lesiones se autolimitan en un tiempo aproximado de 6 semanas, con la caída de la escara o costra sin dejar cicatriz aparente. Infecciones secundarias podrían retardar la resolución del cuadro. Raramente se ha visto signología más aguda y ésta apuntan al desarrollo del Eritema multiforme.

Prevención y control

En los primeros estadios del brote podría aislarse a los animales afectados y vacunar al resto. La vacunación tiene escaso valor cuando ya hay un número importante de animales afectados. Los inconvenientes de la vacuna es que puede ser peligrosa y desarrolla la enfermedad en la mayoría de los animales inoculados y en las personas que hacen la inoculación y no toman las medidas respectivas. En el ser humano es importante prevenir con el uso de guantes en los operarios y aislar a los animales positivos a la enfermedad.



Prácticas a seguir para la seguridad del trabajador

1-Higiene personal, lavado de manos después de tener contacto con animales, no comer ni beber en las instalaciones, no fumar.

2- Equipo de protección personal; usar ropa exclusiva de trabajo y el uso de guantes desechables.

3-Cuidado animal, aislar animales que presenten lesiones cutáneas de animales sanos e inspeccionar el rebaño constantemente.

4-Limpiar y desinfectar todo material que haga de vector mecánico y pueda hacer de vehículo de transmisión de la enfermedad.

5-Evitar cualquier exposición; ejemplo: agujas contaminadas.

6-Mantener un sistema de desechos para material contaminado.

7-Mantener buenas prácticas de trabajo.

8-Realizar programas de salud ocupacional, educar al personal.

9-Notificar al supervisor la presencia de lesiones cutáneas, tanto en los animales como en los trabajadores.

10-Buscar atención médica lo antes posible si existiera alguna lesión al sistema tegumentario.


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