Definición
Esta enfermedad de los peces es causada por un protozoario llamado Ichthyophthirius multifilis, por eso se la conoce como ICH en inglés. Es muy, muy común en los acuarios, y por eso es importante conocerla para poder prevenirla o tratarla a tiempo con los medicamentos adecuados y evitar la muerte de los peces.
Transmisión
Se supone que todos los peces de acuario entran en contacto al menos una vez en la vida con estos gérmenes, pues están muy difundidos, pero solo se enferman aquellos que no tienen un sistema de defensas fuerte debido al estrés, hacinamiento, mala calidad del agua o mala alimentación. Uno de los momentos más estresantes para un pez es el transporte desde la tienda (o su habitat natural) hasta tu casa, es por eso que en este momento es común que aparezcan brotes.
Síntomas
Los síntomas son muy característicos, pues se observan pequeños puntos blancos sobre el cuerpo de los peces, especialmente en las branquias. Los peces se notan nerviosos, nadan rápidamente como intentando quitarse la molestia de sus cuerpos. Cuando la enfermedad avanza los peces se ven más irritados, pueden frotarse contra objetos o las paredes y el sustrato en un intento por rascarse. Finalmente se puede producir dificultad respiratoria, falta de apetito y hasta la muerte.
Tratamiento
Para poder hacer un tratamiento exitoso es importante conocer mínimamente el ciclo del parásito. El protozoario se adhiere a la piel del pez, que forma una capa inflamatoria gruesa alrededor del mismo en un intento por aislarlo. Este encapsulamiento hace que los medicamentos no alcancen bien al parásito en esta etapa. Luego el protozoario madura, se suelta y cae al fondo del acuario, donde se multiplica por cientos dentro de un quiste (trofonte). Esta multiplicación es mucho más rápida en presencia de temperaturas altas (alrededor de 23ºC), pero se vuelve más lenta si el agua se enfría. Cuando el trofonte está listo se abre y deja escapar cientos de nuevos parásitos, que nadan activamente buscando un pez donde adherirse. Estos jóvenes solo sobreviven 48 horas si no consiguen fijarse a la piel de un pez. Esta etapa es la más sensible al tratamiento. Dependiendo de la temperatura del agua, el ciclo completo puede durar desde 4 días hasta varias semanas.
Pasemos entonces al tratamiento del punto blanco. El manejo más racional es elevar la temperatura a unos 27ºC, así se completa el ciclo rápidamente, se aplican los medicamentos apropiados y se eliminan los protozoarios. Los más utilizados son la formalina y el verde de malaquita durante unos 7 días, pero hay muchos otros que pueden utilizarse. Sigue atentamente las instrucciones de cada producto para evitar intoxicaciones y dales un alimento de buena calidad a los peces para fortalecerlos. Al usar medicamentos hay que retirar el carbón del filtro y apagar filtros UV; recuerda también aumentar el aporte de oxígeno cuando levantas la temperatura del agua.
Otra opción es retirar todos los peces del acuario, elevar la temperatura a 30ºC y dejar pasar unos 4 días para asegurarse de que todos los protozoarios han muerto. En este caso se debe aplicar tratamiento o cambiar toda el agua a los 2 días en el tanque donde se han trasladado los peces para evitar reintroducir la enfermedad.
Prevención
La forma más efectiva de evitar el punto blanco es la prevención, teniendo cuidado al introducir peces nuevos en el acuario. Todo nuevo habitante debe ir a un tanque de cuarentena a temperatura alta (25ºC) durante al menos 2 semanas. Tampoco pongas plantas que vienen de un acuario con peces sin una cuarentena de 4 días. Si la enfermedad no se manifiesta, puedes agregarlos a tu acuario. Cuida especialmente la calidad del agua, no hagas cambios bruscos de temperatura, pH o niveles de amoníaco. Dales a tus peces una dieta variada de buena calidad, con pienso, alimento congelado o seco, vitaminas y no pongas demasiados peces en el acuario para evitar la sobrepoblación.
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