Es fundamental la anamnesis y el examen físico general incluyendo el dermatológico, otoscopía, citología, palpación con tubo de la membrana timpánica y lavado.
Las otitis externas no son complicadas de diagnosticar pero las otitis medias son complicadas de abordar.
Tratamiento
Eliminación de la suciedad.
Debe realizarse desde el primer momento para permitir una
correcta exploración del canal auricular. Se debe escoger un
producto que no irrite el conducto auditivo y que sea capaz de eliminar eficazmente el exceso de cerumen, pus, exudado, etc., la limpieza terapéutica, es decir, la que acompaña al tratamiento, nos va a permitir retirar todas aquellas sustancias que están favoreciendo la proliferación microbiana y que también contribuyen a perpetuar la inflamación.
También va ayudar a retirar de forma mecánica una parte de
los microorganismos presentes, si se realiza con un producto
antiséptico, va a reforzar la acción del antibiótico que administraremos a continuación. Una correcta limpieza del canal auricular es imprescindible para permitir la acción de cualquier terapia tópica que se desee aplicar en la zona.
Eliminación de la inflamación
Una de las situaciones que debe tener en claro el veterinario
para el tratamiento de la otitis externa es si existe inflamación del recubrimiento epitelial del conducto auditivo. De ser así las glándulas se volverán quísticas, aumentando la producción de cerumen (defectuoso) ocasionando la otitis eritemato-ceruminosa.
La inflamación conduce a la infección bacteriana o fúngica.
En el caso de la otitis externa, es altamente recomendable utilizar los corticosteroides por vía tópica para controlar de forma satisfactoria la inflamación, resolver el prurito y aliviar el dolor.
Eliminación de la infección
En la mayoría de los casos, el Médico Veterinario no puede
permitirse el lujo de afinar su diagnóstico y precisar que tipo de infección hay frente a esta situación, el Médico Veterinario debe elegir un antibiótico de amplio espectro que pueda utilizarse contra los principales patógenos presentes en las otitis (
Proteus, Pseudomonas, Staphylococcus coagulasa +).
El tratamiento solo de las infecciones bacterianas no proporcionará demasiados éxitos al veterinario. La afección por
Malassezia es el factor perpetuante de como mínimo el 30% de los casos.
Además los fallos terapéuticos pueden deberse simplemente a la presencia de ácaros de los oídos, de
Otodectes cynotis, los cuales no se ven afectados por el efecto del antimicrobiano, por lo que se recomienda asociar al uso de un antibiótico un fármaco con efecto funguicida y acaricida. Los agentes imidazólicos como clotrimazol, tiabendazol, miconazol y nistatina son eficaces en estos casos. De estos el tiabendazol cuenta con la capacidad de eliminar eficientemente al Otodectes cynotis.
En determinadas ocasiones puede ser necesario la utilización de la medicación por vía sistémica.
Tratamiento de los factores primarios
Para poder tratar los factores primarios será preciso realizar un correcto diagnóstico, y a partir del mismo implementar la terapia más adecuada, por ejemplo cuando la causa es la presencia de un cuerpo extraño. En este caso se debe proceder a su retiro y para tal efecto se deberá anestesiar al sujeto, lo que implicará el manejo como una situación quirúrgica.
Cuando la causa primaria no tiene cura, se deben emplear
tratamientos sintomáticos, por ejemplo en los casos de atopia, que requieren la implementación de diferentes medidas: uso de corticoides, baños medicados, ácidos grasos esenciales, manejo de dietas hipoalergénicas, tratamientos con ciclosporina o la terapia de desensibilización mediante la vacunación.
A pesar de estas medidas paliativas, muchos factores primarios no pueden corregirse de forma permanente. Por lo tanto, es habitual que haya recurrencia de la otitis externa.
Tratamiento de los factores predisponentes.
Salvo en el caso de tumores operables o bien la corrección de terapias inadecuadas (empleo inadecuado de bastoncillos de algodón), al igual que con las causas primarias muchas de ellas no se pueden corregir (conformación del pabellón auricular, anomalías en la anatomía, predisposición racial).
El mantenimiento preventivo del oído incluye:
-Recorte periódico del pelo del interior del pabellón auricular
-Arrancado cuidadoso del exceso de pelo en el canal vertical
cada 2 ó 3 meses, de preferencia practicado por el médico
veterinario o por personal de la estética calificado.
-Uso rutinario de un agente limpiador para prevenir la
instauración de los factores perpetuantes.
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