martes, 18 de marzo de 2014

ENFERMEDAD VÍRICA HEMORRÁGICA DEL CONEJO


La Enfermedad Viral Hemorrágica de los Conejos es una enfermedad aguda, altamente contagiosa, de elevada mortalidad que afecta a conejos domésticos y algunos silvestres. 



Se caracteriza por muerte súbita y problemas respiratorios severos en animales mayores de dos meses de edad.

TRANSMISIÓN

En condiciones naturales la transmisión por contacto directo es la más importante entre animales de una misma explotación. Se ha reportado la transmisión por agua de bebida y equipos contaminados con heces, orina y saliva de animales enfermos. 





Se sospecha que los forrajes recogidos por los cunicultores son frecuentemente el vector principal del virus. Se ha demostrado que los perros que consumen carne de conejo contaminado pueden diseminar el virus a través de sus heces y contaminar otros conejos por simple contacto.

También el virus puede ser vehiculizado por objetos contaminados como por ejemplo, jaulas, comederos y ropa.

Las vías principales de transmisión son:
-Oral
-Conjuntival
-Respiratoria
-Fecal / oral





SÍNTOMAS

-Hipertermia (41º C)
-Relajamiento de esfínteres, salida de heces con mucosidad blanquecina, que queda pegada alrededor del ano.
-Aborto en algunas hembras gestantes.
-Animales apáticos, postrados, sin apetito.
-Pelo hirsuto y sin brillo.
-Polidipsia (ingesta aumentada de agua).
-Disnea (respiración abdominal).
-Congestión de los párpados, excitación, chillidos y convulsiones.
-Muerte (se observa cianosis en labios y ollares, así como salida de un líquido espumoso sanguinolento de los ollares de algunos animales).

PREVENCIÓN

-En animales domésticos vacunación a partir de las 5 semanas de edad y luego re-vacunación anual.








-En explotaciones cunícolas:




*Primovacunación: A partir de las 8 semanas de edad, después del destete.
*Revacunación:
Animales de cebo: no es necesaria
Animales reproductores o destinados a la reposición: revacunación anual.
*Se aconseja la vacunación semestral en las zonas de riesgo.







-A nivel de granja, la aplicación de medidas de bioseguridad, incluidas las de higiene y desinfección, han sido utilizados con éxito.

a) No permitir el ingreso de conejos a la granja y si esto es indispensable, tener el cuidado de que los animales procedan de zonas libres del padecimiento y que hayan sido probados como serológicamente negativos al virus.

b) La granja cunícola debe contar con una zona cuarentenaria, aislada del resto de las instalaciones y atendida por personal que trabaje exclusivamente en ellas. Los animales de nuevo ingreso deberán permanecer en esa zona durante treinta días, en estrecho contacto con dos o tres animales sanos de la misma granja. Si después de este tiempo ninguno de los animales centinelas enferma, se permitirá la incorporación de los nuevos animales a la  explotación.





c) Evitar la visita a otras granjas o instalaciones por parte del personal o empleados de la granja, especialmente si en las primeras se han presentado casos sospechosos del virus.

Especial cuidado se debe tener para evitar el contacto a través de perros, gatos, pájaros, roedores o animales silvestres procedentes de otras granjas.

Todo el personal que ingrese a las instalaciones donde se encuentran los conejos debe despojarse de su ropa y calzado de
calle, debiendo tomar un baño para posteriormente vestirse con ropa y botas de uso exclusivo para las instalaciones.

d) No utilizar alimento, jaulas o equipo que hayan estado en contacto con animales enfermos durante un brote.

e) Los animales enfermos deberán separarse de los sanos.





TRATAMIENTO

Debido al curso agudo del padecimiento y a la naturaleza viral del agente etiológico, no existe ningún tratamiento específico para la enfermedad.




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